miércoles, 3 de diciembre de 2014

04:24 AM.*

Ya me estaba resistiendo 
a escribir algo hoy... 
Pero tras gastar a la par de unas 
diez hojas en rimas estupendas 
no he conseguido reprimir mi deseo 
de escribir un poco...

La mina del lápiz se fundió 

y tras no encontrar maquineta
he encontrado mi único desfogo 
en las teclas del móvil...

Es algo increíble ver cómo las palabras 

salen de la mente sin siquiera pensarlas...

Estoy realmente loco en éxtasi 
por escribir cada vez más...

La falta de sueño, la tristeza, la desilusión 

y diversos sentimientos más 
me inundan una vez más la mollera,
dejan que el corazón tome las riendas de la situación 
y sin pensar en una posible repercusión 
dan rienda suelta a sus impulsos latentes 
en el medio del pecho...

Transmiten sus pulsaciones repetitivas, 
cansinas y potentes a la punta de éstos dedos 
que si yo fuera normal, 
ahora yacerían en mi cama, 
mientras duermo... 
Inertes...

Perdidos.

Inútiles.



Pero no soy normal,
el cuerpo me pide más de la vida...

Se escuchan tímidos murmullos 

de palabras perdidas en la noche... 
De locuciones inacabadas, 
bostezos de un tamaño tal 
que parecen gritos de titanes despertando 
de su largo, eterno y placentero sueño...

Sufro mientras estereofónicamente 
escucho horripilantes historias de desamor 
contadas por genios durmientes 
en un sueño revelador de una rebelación 
própia y encondida al mundo exterior...

Cada persona es un mundo...
la paranoia que se me antoja ahora 

puede que no dure ni un sólo segundo...

Pero vivo en un universo rotundo,
sigo sin saber cuál es mi lugar,
corriendo de un lado para otro en sueños...

Porque despierto, 
camino con parsimonia en la realidad, 
que es mi pesadilla, 
y en la pesadilla hecha realidad 
que es mi vida...

Olvidé cómo amar, 
cómo olvidé cómo sonreír, 
y olvidé ser feliz, 
y olvidé poder reír sin acordarme
de quién no quiero, 
y me olvidé de cómo llorar... 

Ya no lloro, porque no puedo...
me reprimo internamente

en mi sistema parasimpático, 
me vuelvo apático, 
me vuelvo insensible, 
cómo si de una estrategia 
de autoprotección del dolor se tratara 
y fuera de lo más increíble...

Me olvidé de saber vivir...
Empecé a sufrir sin medida.


Olvidé quien me hacía feliz, 

porque poco a poco ésa fué 
 desapareciendo de mi vida... 

Encontré enemigos de todo estilo, 
y di brio a relaciones absurdas, 
como en un afán de substituir 
mis buenos recuerdos 
y a las personas de éstos
por simples imitaciones 
defectuosas y burdas...

Y mi realidad se volvió tan efímera 
que no consigo encontrar el camino, 
perdí amores, familia, amigos y hermanos...

Reemplazados por ilusiones vanas, 
familiares forzados, amigos falsos 
y hermanos con tan poca experiencia 
que no puedo usarlos...

Soy un niño...
No estoy listo para vuestro

mundo adulto lleno de odio, 
rencor, envidia, celos y demás... 

Quiero a quién quiero, no hay un porqué, 
 quiero empezar desde cero 
con la confianza en las nubes, 
quiero crear inmensidad 
de mundos paralelos donde uno se sube 
y se olvida de todos los problemas, 
quiero dejar atrás el egoísmo...

Quiero ser un amigo para quién lo merece, 

sonreír al día, un millón y medio de veces... 

Quiero que mis amigos sepan decir lo que yo siempre digo: 
"pase lo que pase, yo siempre estaré contigo"... 
Lo dijo Lyon y nunca nadie más lo dijo... 
Murió lo que consideré fraternidad, hermandad, un amigo... 
Que daría su corazón o su vida 
si así supiera que seguiría vivo...

Ya no existe nadie así...
sólo me veo a mí parecido...


Sólo me he escuchado a mi mismo decir que amo tanto 

y con todo el corazón a tanta gente 
y ser rechazado tantas veces 
como veces lo he dicho...

Fracasé siempre y no lo niego, y repíto... 
No dudo de que soy cómo quiero 
y que mi opinión al respecto es que 
cómo sigo vivo debo seguir siendo como soy y cómo quiero ser... Haciendo que la gente tenga 
lo que yo querría tener...

Ofrezco pues amistad infinita, total disposición, 
y amar siempre con toda la pasión posible, 
entregando todo y cada uno de los latidos 
que produce mi corazón...

Luego ¿Qué obtengo?
La respuesta es fácil... 

Un muro de indiferencia, ignorancia, 
intolerancia, desprecio y demás...

Quizás no debería ser así para nadie...
y eso me hace dudar, dudo de cómo seria 

si fuera cómo debería ser en realidad...

Sería frío, egoísta, intolerante, 
indiferente, egocéntrico, inmoral...

Quizás es la solución a muchos de mis problemas en general, 
o es el agravio de muchos de ellos... 
Quizás... 

No es una ley firmada sino 
una hipótesis formulada en teoría universal, 
no provada ni científicamente, 
 ni psicológicamente 
ni sobre papel blanco cuadrículado 
sobre un fondo ocre o azul marino o un blanco fantasmal...

Es una locura pensar en lo que piensoÇ: es locura adolescente. 

Dudo de la suerte, de la estadística y la probabilidad, 

de la geometría adyaciente, de la trigonometria, 
de la magnitud escalar y vectorial... 

Dudo de la presencia de las letras, 

del significado de las palabras:
  amor, tristeza, desilusión,
depresión, locura o amistad... 
Dudo del sifnificado de las palabras... 
En general...

Dudo de todo, de la ley de Boyle, 
de la ley de la relatividad, 
de la gravedad de los problemas 
o de la gravedad causada por la fuerza 
de la acceleración que es causada 
por el peso de un cuerpo 
y la atracción efectuada por tal...

Duele sentir que no puedo hacer nada 
contra toda la adversidad, y que al fin y al cabo 
nadie hace "lo que le da la gana" 
y nadie aprende a amar o llorar...

Que se llora porque se ama,
y se ama por no llorar...
sitúate dónde no amabas...
todo iba perfecto, genial...
apoteósico, caótico, espléndido, 

de un poder de positividad abismal...

Y ahora... ¿qué queda?
nada fuera de lo normal.

Dónde había persona ahora hay polvo, 
y dónde había más cosas, polvo hay... 

Locura tras locura, el tiempo todo lo cura 

si eres de mente débil y presenil, 
pero si tu mente funciona bien 
y de una forma correcta:
cuesta olvidar... 

Tanto como cuesta encontrar al final un principio, 
como cuesta encontrar el principio del final... 

Acabar con éso que empezó y nunca hubo de haber empezado...
Y aun no acabó, cuándo ya hubo haber acabado...

Mazzu Saintz.*

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