"El as bajo la manga,resultó ser
un burdo Jóker sin valor...
La partida de Póker,
se quedó a medio jugar,
sólo me quedaron cartas
para hacer farol y poner
cara de escalera real...
Sólo me quedaba engañar a la gente,
para que creyeran que nada iba mal...
Resultó difícil pero no imposible,
pero me negué a perder lo imperdible...
Mi vida, ya sin valor, la quise jugar
cuando la creí del todo perdida...
Fué entonces cuando armándome de valentía
hice el mayor all-in de toda mi vida:
aposté mis ilusiones y mis ganas de vivir,
mis sueños, mis metas, mi corazón:
¡HASTA APOSTÉ MI ALMA QUERIDA!
...y sorpresa:
¡JACKPOT!
Sí, gané la partida,
aquella partida, sí:
aquella que siempre creí perdida.
¡¡La mia mamma!!
¡¡La mamma mía!!
¡¡Que grande fué mi alegría!!
Ahora, toda duda se disiparía,
por fin lograría despertar,
cuando el sol tocase mi ventana
y me recibiera el nuevo día...
Ya no tocaba volver a la monotonía
de una vida insana y aburrida...
Porque hubo solución al gran problema
que tuve hasta aquél día...
El premio de la partida no era oro,
ni era fama, tampoco reputación,
aún menos reconocimiento...
Sin embargo,
mi premio era algo más valioso
que cualquier suma de dinero,
pues era nada más y nada menos
que el amor verdadero,
más profundo y sincero
del mundo entero..."
Si ésta vida
es tan sólo un juego,
jamás nos separemos,
porque si queremos,
juntos podemos hacer
que hasta el propio miedo:
tenga miedo.
un burdo Jóker sin valor...
La partida de Póker,
se quedó a medio jugar,
sólo me quedaron cartas
para hacer farol y poner
cara de escalera real...
Sólo me quedaba engañar a la gente,
para que creyeran que nada iba mal...
Resultó difícil pero no imposible,
pero me negué a perder lo imperdible...
Mi vida, ya sin valor, la quise jugar
cuando la creí del todo perdida...
Fué entonces cuando armándome de valentía
hice el mayor all-in de toda mi vida:
aposté mis ilusiones y mis ganas de vivir,
mis sueños, mis metas, mi corazón:
¡HASTA APOSTÉ MI ALMA QUERIDA!
...y sorpresa:
¡JACKPOT!
Sí, gané la partida,
aquella partida, sí:
aquella que siempre creí perdida.
¡¡La mia mamma!!
¡¡La mamma mía!!
¡¡Que grande fué mi alegría!!
Ahora, toda duda se disiparía,
por fin lograría despertar,
cuando el sol tocase mi ventana
y me recibiera el nuevo día...
Ya no tocaba volver a la monotonía
de una vida insana y aburrida...
Porque hubo solución al gran problema
que tuve hasta aquél día...
El premio de la partida no era oro,
ni era fama, tampoco reputación,
aún menos reconocimiento...
Sin embargo,
mi premio era algo más valioso
que cualquier suma de dinero,
pues era nada más y nada menos
que el amor verdadero,
más profundo y sincero
del mundo entero..."
Si ésta vida
es tan sólo un juego,
jamás nos separemos,
porque si queremos,
juntos podemos hacer
que hasta el propio miedo:
tenga miedo.
A Mary.
Mazzu Saintz.*
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