A veces, no entiendo quién soy...
Camino bajo las gotas de lluvia
que a paso lento y a ritmo ininterrumpido
se precipitan desesperadamente,
quizás en un acto de suicidio,
desde la azotea de una nube...
Parece ser que no consiguen su objetivo,
pues, lejos de morir, éstas gotas
seguro aportarán algo bueno al mundo,
sin duda alguna flor crecerá o morirá
y en algún charco se unirán el montón
de gotas kamikazes que sólo querían morir...
Quizá en ése charco, pongan sus huevos,
mosquitos y ranas, creando vampiros
deseosos de sangre de princesa
y verdaderos príncipes azules,
escondidos tras una fachada horrenda,
disfrazados de sapo poco agraciado
al que las princesas sólo considerarán
un buen amigo o un hermano mayor...
Quizá éstas gotas que caen
no lleguen nunca a tocar el suelo,
quizás se enmarañen entre mi cabello
con intención de regalarme una gripe
con sus respectivas noches sin dormir...
No sé, a veces, más veces
de las que yo quisiera:
no entiendo quién soy...
A veces simplemente me considero
otra gota de lluvia más...
Y es cuándo pienso que si fuera gota,
sólo querría caer en sus labios,
rozando su cuerpo, mojando su pelo,
calando sus huesos, mojando sus ojos,
disimulando sus lágrimas mientras
las otras gotas y yo, aleatoriamente
pero con un firme objetivo, caemos...
Si fuera gota, querría convertirme
en la humedad que empaña su espejo
después de una ducha caliente en Invierno,
poder ver aquél que considero
el cuerpo más bonito del universo
en todo su esplendor, sin polvos,
ni maquillaje, ni vestiduras que tapan
aquello, que de serie tiene mejor
carrocería que cualquier coche
de alto standing y bonito diseño,
sin cremas absurdas que sólo
hacen corriente y artificial
una obra de arte natural...
Quizás ser gota, ser una insignificante,
banal y simple, triste gota, pudiera ser
algo mejor de lo que parece a simple vista...
A veces, sólo a veces,
me encuentro...
Pero la mayor parte del tiempo,
no sé, simplemente no sé:
QUIÉN SOY.
Mazzu Saintz.*