Todos tenemos aquello que nos merecemos,
ya sea bueno o sea malo, dependiendo
de lo buenas o malas personas que hayamos sido
ya sea bueno o sea malo, dependiendo
de lo buenas o malas personas que hayamos sido
y de las actitudes que en un momento u otro
tuvimos en pro o contra de otras personas...
tuvimos en pro o contra de otras personas...
El destino se encarga de crear
las circunstancias perfectas e idóneas
las circunstancias perfectas e idóneas
para que pase lo que tiene
que pasar cuando tiene que pasar,
que pasar cuando tiene que pasar,
así que podemos decir con mucha seguridad
que tarde o temprano llegaremos a buen puerto,
y pisaremos la arena de la playa
que tarde o temprano llegaremos a buen puerto,
y pisaremos la arena de la playa
con la seguridad suficiente
que nos regalará la felicidad que merecemos.
que nos regalará la felicidad que merecemos.
Por ello que a todos nos llegan
los buenos momentos
si sabemos tener la calma y la paciencia
para esperarlos con tranquilidad y sin prisa.
Me gusta pensar que si me pasan cosas malas
es porque hay una recompensa enorme
al final del camino.
Lo comparo con una montaña:
sufres al subirla,
pero al llegar arriba las vistas
hacen que haya valido la pena el sufrimiento
los buenos momentos
si sabemos tener la calma y la paciencia
para esperarlos con tranquilidad y sin prisa.
Me gusta pensar que si me pasan cosas malas
es porque hay una recompensa enorme
al final del camino.
Lo comparo con una montaña:
sufres al subirla,
pero al llegar arriba las vistas
hacen que haya valido la pena el sufrimiento
y que después del buen momento,
bajarás la montaña hasta llegar abajo de nuevo,
dónde te estarán esperando otras montañas,
más grandes o más pequeñas
cada cuál de ellas con su recompensa.
dónde te estarán esperando otras montañas,
más grandes o más pequeñas
cada cuál de ellas con su recompensa.
Cuánto mayor y más alta la montaña,
más alta la recompensa,
así que la lección de hoy es que:
hay que sonreírle al dolor,
porque detrás de él,
vienen los mejores momentos
de nuestras vidas.
así que la lección de hoy es que:
hay que sonreírle al dolor,
porque detrás de él,
vienen los mejores momentos
de nuestras vidas.
Mazzu Saintz.*