La vida es un lugar lleno de baches,
que se llenan de lágrimas
en los que a veces desearías morir.
Caminas y caminas sin un rumbo fijo
pero con la firme convicción
de que todo va a ir bien,
de que llorar no servirá de nada
y que el Sol sale cada día
para verte sonreír una vez más...
Te pides a ti mismo calma
mientras avanzas intentando
esquivar los obstáculos
que se te presentan,
pero a veces
no puedes con ellos...
Almenos no a la primera.
El tiempo se encargará de curarte,
eso es una apuesta segura,
pero mientras el tiempo
juega a ir a cámara lenta,
tú,
sufres también a cámara lenta,
muy lentamente...
Lo peor, no es sentir ése dolor,
lo peor de todo es no saber
cuándo va a acabar,
cuándo dejarás de llorar
por aquello de lo que hoy en día
ni siquiera quedan cenizas,
puesto que el viento se encargó
de llevárselas muy muy lejos...
La esperanza de que exista
una manera de arreglar
ciertas cosas sigue allí,
escondida entre las sonrisas falsas
y la fuerza que haces sobre tus párpados
para evitar reventar en llanto,
cuándo en realidad,
no hay nada que te apetezca más
en ése momento.
Todo dolor tiene su recompensa.
Es algo que, a primera vista
tiene toda la lógica del mundo,
y la tiene,
pero sólo si se la quieres dar...
En éstos momentos deseo ser feliz,
deseo tener la capacidad
de hacer que todo lo malo
se convierta en algo bueno
y de ser capaz de crear una sonrisa
que no se borre de mi cara
por mucho que lluevan
miles de desgracias y contratiempos.
Aquí estoy, luchando contra
la tristeza y el dolor
con todas las de ganar,
y con toda la ilusión
que antaño me faltó,
y hoy de nuevo existe,
y estoy dispuesto a usar,
para ser lo más feliz posible.
que se llenan de lágrimas
en los que a veces desearías morir.
Caminas y caminas sin un rumbo fijo
pero con la firme convicción
de que todo va a ir bien,
de que llorar no servirá de nada
y que el Sol sale cada día
para verte sonreír una vez más...
Te pides a ti mismo calma
mientras avanzas intentando
esquivar los obstáculos
que se te presentan,
pero a veces
no puedes con ellos...
Almenos no a la primera.
El tiempo se encargará de curarte,
eso es una apuesta segura,
pero mientras el tiempo
juega a ir a cámara lenta,
tú,
sufres también a cámara lenta,
muy lentamente...
Lo peor, no es sentir ése dolor,
lo peor de todo es no saber
cuándo va a acabar,
cuándo dejarás de llorar
por aquello de lo que hoy en día
ni siquiera quedan cenizas,
puesto que el viento se encargó
de llevárselas muy muy lejos...
La esperanza de que exista
una manera de arreglar
ciertas cosas sigue allí,
escondida entre las sonrisas falsas
y la fuerza que haces sobre tus párpados
para evitar reventar en llanto,
cuándo en realidad,
no hay nada que te apetezca más
en ése momento.
Todo dolor tiene su recompensa.
Es algo que, a primera vista
tiene toda la lógica del mundo,
y la tiene,
pero sólo si se la quieres dar...
En éstos momentos deseo ser feliz,
deseo tener la capacidad
de hacer que todo lo malo
se convierta en algo bueno
y de ser capaz de crear una sonrisa
que no se borre de mi cara
por mucho que lluevan
miles de desgracias y contratiempos.
Aquí estoy, luchando contra
la tristeza y el dolor
con todas las de ganar,
y con toda la ilusión
que antaño me faltó,
y hoy de nuevo existe,
y estoy dispuesto a usar,
para ser lo más feliz posible.
Mazzu Saintz.*